La ficha de Lego de la recuperación será la que pueda juntar crecimiento, mejora en la desigualdad y reducción de la pobreza.
El 28 de julio de 1958, Godtfred Kirk Christiansen patentó el ladrillo de juguete con mecanismo de ensamble tubular que hoy conocemos como la ficha de Lego. Después de 10 años de ensayo y error, la empresa danesa logró con este diseño un enganche estable entre los bloques de su juego de armar al tiempo que multiplicó el número de combinaciones posibles entre dos o más piezas.
Fue tal la revolución que introdujo la ficha en el negocio, que sus dueños descontinuaron los juguetes en madera que venían fabricando desde hacía 30 años y se especializaron en producir el Lego System, cuyas ventas alcanzaron a ser el 1% del PIB de Dinamarca.
Muchos desafíos del desarrollo se parecen a la búsqueda de la ficha de Lego, esa piedra angular que es capaz de concretar una idea, que logra, a veces sin proponérselo, juntar elementos disímiles o en apariencia rivales. La búsqueda de conexiones entre crecimiento económico, desigualdad y reducción de la pobreza es uno de esos desafíos.
Más de un siglo de análisis económico de esta búsqueda nos ha dejado al menos 3 lecciones: que no puede haber reducción de pobreza sin crecimiento, pero que no todo crecimiento reduce la pobreza. Que la velocidad de reducción de la pobreza depende del grado de participación de los pobres en las ganancias del crecimiento.
Que la desigualdad a veces puede estimular el crecimiento, pero cuando empieza a ser percibida como injusta o se vuelve intolerable, se le convierte en obstáculo.
En Colombia, la velocidad de reducción de la pobreza ha sido lenta debido a la alta y persistente desigualdad. A esta dificultad le sumamos ahora el efecto del COVID-19, que configuró una tormenta perfecta al golpear el crecimiento y exacerbar aún más la desigualdad, afectando con mayor ímpetu a mujeres, jóvenes e informales. Según las proyecciones de Fedesarrollo, la pobreza monetaria en Colombia podría alcanzar al 44% de la población en 2020.
Aunque la situación exige atención a las condiciones habilitantes para la reactivación, como la estabilidad macroeconómica, la apertura de colegios, la vacunación o las reformas tributaria, pensional y laboral, también llama a reflexionar sobre cuál es esa ficha de Lego que, desde un ámbito más cercano a la acción que el de los grandes planes o reformas, puede alinear favorablemente la tríada de crecimiento, desigualdad y pobreza.
Algunos ejemplos de esta ficha de Lego pueden ser la implementación de una transferencia monetaria capaz de reducir pobreza y aumentar el empleo. Una solución de digitalización que estimule la inclusión financiera de negocios informales.
Un proyecto de desarrollo rural que conecte municipios periféricos con mercados urbanos. En el ámbito de la empresa, la ficha de Lego puede ser una estrategia de gerencia que le apunte a mejorar el desempeño de la firma y a nivelar la cancha dentro de sus empleados.
La palabra Lego es un acrónimo de la expresión leg godt (jugar bien) y en latín significa ‘juntar’. La ficha de Lego de la recuperación será aquella que pueda juntar crecimiento, mejora en la desigualdad y reducción de la pobreza.
Roberto Angulo
Socio fundador de Inclusión SAS
rangulo@inclusionsas.com
Publicado en Portafolio.co